En esta ocasión sí que visitamos la cima des Castellot (733 m), una visita que vale la pena, y está a pocos metros del camino. Seguimos y llegamos a las cases de sa Serra, siguiendo las fitas por el sendero que rodea la finca, recientemente vallada por el propietario. Antes de llegar a la pista de s’Arrom, pasamos por la font des Polls, una font de mina en la que el agua sale a una pica y desde ésta a un abrevadero a ras de tierra.

Seguimos por la pista en dirección Noreste hacia s’Arrom, la esplanada por la que estamos recibe el nombre de Sa Planella. Seguimos 1 km más o menos en dónde la pista se bifurca por la izquierda y empieza a descender hacia un frondoso bosque.

Ahora viene la parte complicada de la ruta, encontrar el paso que nos llevará hacia el camí de s’Arrom, no es fácil ya que no hay referencia claras ni sendero visible. Al final lo encontramos y por un paso cerca de las paredes de la montaña, descendemos hacia el camí de s’Arrom sin problemas, hay algunas fitas.

Ya en el camí de s’Arrom, ya sólo queda el descenso hacia Sóller, este camino, bajo mi punto de vista es el más espectacular y la obra de ingeniería más colosal de la isla, superando un gran desnivel. Estamos a unos 500 metros de la finca de s’Arrom, documentada en el siglo XIII.

Este camino es una gozada, para correr es ideal, recordar que hay que pedir permiso para caminar por él, además hay barreras candadas para impedir el paso. Bajamos corriendo y disfrutando del camino. En el Coll de s’Ullastre, el camino se bifurca, por la derecha el camino sigue hacia el Pas den Capet que ya conocemos, para bajar hacia Sóller y Sa Coma, seguimos por la izquierda, pasando un portillo sin barrera.

Tras una infinidad de curvas del camino, salimos del bosque y pasamos por la finca de Sa Coma, ya por camino asfaltado, finalizamos la ruta en el cementerio de Sóller, cerrando esta magnífica ruta.