Descripción
Una vuelta conocida desde s’Estret de Valldemossa hacia la Mola de Son Pacs, con un añadido que tenía pendiente desde siempre, la visita al Morro de sa Bombarda, desde dónde se contemplan unas magníficas vistas, tanto de la vertiente de Valldemossa como de la Bahía de Palma. Bajaremos por el camino antiguo de la Mola de Son Pacs hacia la Font dels Òbits. Una ruta que no es sencilla y con alto valor etnológico.
Itinerario
- Estret de Valldemossa
- Bosc den Gotzo
- Balmes de Son Matge
- Pas des Ganxo
- Camí des Caragol
- Morro de sa Bombarda (541 m)
- Camí des Puig des Boixos
- Pla de sa Mola
- Camí de sa Mola
- Font des Òbits
- Finca Son Brondo
- Estret de Valldemossa
Balmes de Son Matge
Arrancamos desde s’Estret de Valldemossa, conviene ir pronto, ya que en la explanada caben pocos coches. Entramos en el bosc den Gotzo y subimos por un camino de carro hacia la izquierda, atravesamos una barrera metálica. Más adelante el camino se difumina y nos vamos acercando a las paredes de la montaña.
Localizamos un importante yacimiento arqueológico de la isla, las Balmes de Son Matge, en dónde se encuentran restos de la etapa talaiótica, que se remontan a 4.800 años aC. En las excavaciones realizadas, se sacaron restos de utensilios de Sílex y huesos de Myotragus Balearicus, un mamífero endémico en Mallorca, además de la famosa Dama de Son Matge, se trata de la representación antropomórfica más antigua de Mallorca, la primera dama de toda la historia balear.
Pas des Ganxo
Las Balmes de Son Matge, fue un lugar usado como hábitat y además como lugar de enterramiento. La zona de Son Matge es además una importante zona de escalada en la isla. Dejamos atrás la zona arqueológica y seguimos en busca del Pas des Ganxo, por un sendero con algunas fitas, hay que tener cuidado en no seguir otros senderos hechos por los escaladores y que se dirigen a las paredes de los acantilados.
Localizar el Pas des Ganxo no es fácil, hay que llegar a un cingle (risco), hasta localizar una pared seca (marge) que forma el paso con una escalera integrada en la pared seca para superar la elevada pendiente que hay que superar.
Superado el paso, seguimos cerca de las paredes del Morro de sa Bombarda, por la derecha veremos una tubería que desciende por el interior del bosque. El camino desaparece, hay que seguir las fitas y localizar una bassa (depósito de agua de piedra en seco, construido al aire libre). Desde la bassa, ya podremos ver el camino que carro que vamos a enganchar.
Morro de sa Bombarda
Nos situamos en el camí des Caragol, el cual seguimos por la izquierda, el camino acaba junto a unos rotlos de sitja (hornos de carbón) y nos desviamos hacia el Morro de sa Bombarda por un sendero fitado y que se dirige hacia una pared seca. Al llegar a la pared, la saltamos y seguimos hacia Sa Bombarda, las vistas que se abren de Palma son espectaculares. Llegamos a la cima del Morro de sa Bombarda, situada en la cota a 541 metros, podemos ver Valldemossa y su valle, la Comuna, Serra de Son Moragues, un balcón privilegiado.
Regresamos al collado en dónde nos hemos desviado y llegamos a la pared seca y si no la hemos cruzado, lo hacemos y descendemos por un sendero con fitas hacia el camí des Puig des Boixos. Más adelante, cuando el camino describe una marcada curva a la izquierda, podremos ver un conjunto de construcciones muy interesante y bien conservado, se trata de aljibes y un gran porche para animales construido en los años 30.
Puig des Boixos y Mola de Son Pacs
Seguimos hacia el Puig des Boixos (626 m) por la pista ahora ascendente, vale la pena desviarse unos metros para acceder a la cima y disfrutar de unas magníficas vistas de Palma. Estos caminos ya los conocemos, pero en esta ruta hacemos dos variantes muy interesantes. La primera no tiene ningún secreto, simplemente hacemos un poco más de rodeo a la Mola de Son Pacs para adentrarnos en el Pla de sa Mola durante poco más de 1 km, es bonito este tramo y alargamos un poco la ruta.
Font dels Óbits
Seguimos por la Mola de Son Pacs y en esta ocasión nos desviamos por un camino antiguo que sube desde la font des Òbits. Es un camino de carboners, se usa poco hoy en día, podremos ver barracas y restos de construcciones para el trabajo del carbón vegetal. El camino es precioso, se adentra dentro de un bonito bosque, no está muy limpio y a tramos desaparece, pero en general no es muy complicado de seguir.
Cruzamos una pared seca, nos deslizamos por una pendiente pronunciada y el sendero desemboca en una pista ancha, cerca de la font des Óbits. Hay algunas fitas que ayudan a seguir por dentro del tupido bosque.
Son Brondo
La última parte de la ruta se dirige hacia Son Brondo, la pista es ancha y muy buena para correr. Una barrera cerrada impide el acceso a Son Brondo, hay que seguir por un sendero lateral y acceder a la finca por un hueco en ella.
Cerramos la ruta pasando por Son Brondo, una finca preciosa y llegando al parking de s’Estret de Valldemossa que está a 1 km de distancia más o menos.
En definitiva, una gran variante a esta ruta que ya tengo publicada, no aconsejo hacerla a gente sin experiencia en montaña, a nivel técnico no es muy exigente pero hay tramos sin camino y con posibilidad de perderse. Apta para hacer todo el año, en verano ir temprano.