Disfrutamos de las vistas del mar y salimos del puerto por el camí de Tramuntana, cogemos unas escaleras e iniciamos el camí de sa Marina de Valldemossa, un antiguo camino que descendía de las fincas de Son Olesa y Son Ferrandell. La subida desde el inicio es exigente, pasamos por unas antiguas construcciones en ruinas.

Ganamos altura rapidamente, en la primera parte de la ascensión no hay ninguna sombra, en los meses de verano no se aconseja ir por allí. El camino no es difícil de seguir, hay abundante vegetación, sobre todo càrritx. A media subida, el camino pasa a ser empedrado y entra en un bonito bosque, que aún conserva tramos de empedrado.

Llegamos al Mirador de Son Olesa o Mirador des Pi, en el que se disfrutan unas fantásticas vistas de sa Marina de Valldemossa. Pasamos por un campo de acebuches y saltamos la pared de la finca de Son Olesa por un botador de madera.

Salimos al vial de la urbanización de Son Olesa, para visitar algunos miradores y el Puig de sa Moneda. El primer mirador que visitamos es el Mirador del Pas de s’Escaleta (366 m), una esplanada con algunos bancos de piedra y unas vistas privilegiadas de Na Foradada. Las vistas con una pasada.

El siguiente mirador es de Mirador de Son Olesa (389 m), pasando antes por unos bonitos bancos de piedra y unas escaleras para acceder al mirador. En un lugar privilegiado de la Serra de Tramuntana.

La última visita de esta preciosa ruta es el Puig de sa Moneda, una cima que está enmarcada dentro del conjunto ceremonial de Son Ferrandell-Son Oleza donde también se pueden encontrar restos de la época naviforme.

Situado a 450 metros de altitud, cerca del vial este de la urbanización George Sand en Valldemossa, en lo alto de la sierra del Puig de Sa Moneda. El monumento consiste en una gran acumulación de piedras pequeñas, de forma tumular y unos 5 metros de altura por su parte oeste y apoyado parcialmente en las peñas, rodeado con escalones realizados con piedras más grandes y rematado por una construcción de planta cuadrada. Se localizó cerámica baleárica y púnico-ebusitana.

Desde el túmulo, tenemos a golpe de vista un minarete de estilo árabe que hizo construir el archiduque Luis Salvador. Subiendo hacia el mismo, a 488 metros de altitud, se aprecia claramente un fragmento de muro ciclópeo al borde mismo del moderno camino. No esta clara si su función era defensiva o ritual.

En definitiva, uno de los lugares más bellos de Mallorca, no conviene hacer la ruta en los meses de verano, sobre todo si se sube por el camí de sa Marina desde el Port de Valldemossa.