Una vez superado el paso, siguiendo las fitas, salimos de nuevo a la parte superior del Camí de sa Comuna, por la pista ancha seguimos por la derecha hasta llegar al cruce de caminos, y continuamos por la izquierda en dirección Bunyola. Un poco más abajo, en un nuevo cruce, justo al lado de un horno de cal, seguimos hacia el Comellar de’n Cupí por la izquierda. 

A medio camino del camí de carro, dejamos la pista, con ayuda del GPS, ya que es difícil de encontrar y no adentramos dentro del Comellar, por una torrentera en dónde podremos ver restos de actividad humana y que nos llevará sin problemas a un salto que forma el Pas de Ca’n Fil. Es un paso que hay que hacer con cuerda para descenderlo y para ello se puede montar la cuerda en un anclaje fijo o en el tronco de una encina que hay cerca del borde del salto. Con la cuerda no es difícil, si está mojado se complica un poco más ya que no hay muchas presas para asegurarse.

Este paso es utilizado por los escaladores del Penyal de Ca’n Fil para llegar hasta la zona de las vías de escalada. Después del salto más complicado, el paso sigue por una canal estrecha y sale a un gran roquedal, en donde hay restos de camino empedrado y marjades. Seguimos cerca de las paredes del Penyal y nos encontramos con una gran cueva, la cova de Ca’n Fil, que tiene forma de cúpula y con una pared seca construida en la entrada. Si nos adentramos dentro de la cueva, podremos ver algunas piquetas para la acumulación de agua, que se filtra a través de la cueva.

Seguimos la ruta, rodeando la gran roca y nos dirigimos hacia una pared seca, la cruzamos y enseguida veremos un senderito que desciende rápidamente hacia el camí des Grau, no muy lejos de Bunyola. En definitiva, una bonita e interesante ruta para combinar trail running y caminos perdidos de la Sierra, una combinación que nos encanta y hace la ruta mucho más divertida.