Caminos de la Sierra de Campos, Canteras de Son Grau

 

Descripción

Gran vuelta de running por el nordeste del municipio de Campos, en dónde disfrutaremos de sus caminos por su pequeña sierra, la cual conecta con Porreres y Felanitx. Visitaremos las canteras de Son Grau, de dónde se extrae el marés de denominación tradicional de Porreres que pertenece a la época del Plioceno-marino, formado cuando el mar aún ocupaba la totalidad de la cuenca de Campos. 16 km muy bonitos y con poco asfalto.

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Itinerario
  • Campos (Plaza Mateu Prohens)
  • Camí des Vinyet
  • Camí de Son Carbó
  • Camí de Son Nicolau
  • Finca de Son Nicolau
  • Camí des Bessons
  • Finca de Son Blanc
  • Camí de Son Bardissa
  • Finca Son Mercadal
  • Camí de ses Pedreres a Porreres
  • Camí de ses Pedreres de Son Grau
  • Canteras de Son Grau
  • Finca de Son Garau
  • Camí de sa Serra
  • Campos (Plaza Mateu Prohens)

Camí des Vinyet, Camí de Son Carbó

I

niciamos la vuelta en la zona de levante de Campos, en la plaza Mateu Prohens, en dónde destacan el Pou Nou y la cruz de Antoni Maura. Salimos del pueblo por el camí des Vinyet, un camino asfaltado que avanza entre campos abiertos y paredes de piedra. 

El camino pronto se convierte en pista de tierra, un terreno mejor para las rodillas y giramos por el camí de Son Carbó hacia el oeste, también de tierra. El paisaje es magnífico, se respira un aire limpio y con mucha paz y sosiego, de cada vez nos gustan más estas rutas por el interior de la isla.

Camí de Son Nicolau, Camí des Bessons

Nos acompañan campos de sembrado, pequeñas casas y vaquerías, uno de los grandes puntales económicos de Campos hasta hace pocas décadas. Continuamos la ruta y llegamos al camí de Son Nicolau, que está asfaltado y seguimos el camino por la derecha, en dirección nordeste.

El camí de Son Nicolau está flanqueado por alcaparras y más adelante los acebuches con sus ramas curvadas, forman una especie de pasillo o túnel confiriendo al camino un encanto muy especial y una buena sombra en los meses de verano. Cuando acaba el camino, pasamos al lado de la finca de Son Nicolau y seguimos hacia el oeste por el carreró de Son Salom que desemboca el camí des Bessons.

Camí de Son Bardissa

Esta parte de la ruta tiene bastantes tramos de asfalto, seguimos por el camí des Bessons hacia el oeste, por la derecha veremos la finca de Son Blanc. Sobre el km.5 más o menos, abandonamos el camí des Bessons y cogemos un nuevo camino, el camí de Son Bardissa, que da nombre a un grupo de casas a las que llegamos, el camino pasa por en medio de las casas, un lugar muy pintoresco, destaca la finca de piedra con una placa de piedra en dónde pone «Son Bardisa de’n Bril«.

Seguimos por el camí de Son Bardissa un largo tramo que va ascendiendo progresivamente hacia el nordeste y entramos en el municipio de Porreres unos minutos, llegando a la mitad de la ruta, siendo el punto más alejado de la misma, justo a la altura de la finca de Son Mercadal. A partir de este punto, empieza la segunda parte del itinerario y el tramo más bonito ya que hay poco asfalto y los paisajes son preciosos.

Canteras de Son Grau

Dentro del municipio de Porreres, hacemos un tramo corto que no llega a 2 km, haciendo un tramo la Ruta Hidráulica 1 del municipio, veremos las flechas de madera que lo indican. Entramos en un territorio espectacular, con caminos rurales y campos abiertos, estamos en la parte más bonita de la ruta, nos encontramos los caminos de las canteras de marés de Porreres, antaño uno de los principales sustentos que abastecieron de materia prima muchas construcciones de la isla.

Por el camí de ses Pedreres a Porreres y el camí de ses Pedreres de Son Grau, emprendemos el camino de regreso a Campos, y visitamos las antiguas canteras de Son Grau, que no sabíamos que estaban allí, nos las encontramos por sorpresa, una visita que nos alegró mucho la ruta. 

Por una pista a la derecha del camino, entramos en las galerías de la cantera que parecen no tener fin, entramos en un escenario de otra dimensión, en la penumbra somos testigos de estas excavaciones que dejan un paisaje desolador, de película de terror. Una visita imprescindible en estas canteras subterráneas que son una especie en extinción. Además son un refugio perfecto para los paseos de verano y para resguardarse del calor agobiante.

Camí de Sa Serra

Seguimos por el camí de ses Pedreres de Son Grau, pasamos por una casa de marés y un pozo ubicado cerca de la casa, más adelante el camino pasa por la finca de Son Garau, una modesta casa rural en ruinas. Regresamos a Campos por el camí de sa Serra, un camino asfaltado pero muy tranquilo que atraviesa grandes campos de sembrado y pequeños huertos.

Finalizamos la ruta en la rotonda de la carretera de Felanitx, una vuelta fantástica para correr o hacer una excursión en familia, no aconsejable en los meses más calurosos. Además es una ruta larga y con más de 100 metros de desnivel, o sea que no tiene un perfil plano. Hay posibilidad de acortarla por uno de los múltiples caminos del itinerario.

Mapa topográfico

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Canteres de Son Grau

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Cantera de Son Grau (Campos)

Introducción. El marés en la Isla de Mallorca

El marés ha sido tradicionalmente la piedra más representativa y característica de las edificaciones de la isla de Mallorca, utilizada como material de construcción prácticamente exclusivo, durante siglos, desde el abandono de los muros de piedra y mortero hasta llegar a su progresivo desuso con la aparición del hormigón armado, que eclipsó su utilización.

Así lo atestiguan edificaciones tan emblemáticas para la isla como el Castillo de Bellver, la Catedral, la Lonja o las antiguas murallas de la ciudad de Palma. Las arquitecturas vernáculas siempre han usado los materiales apropiados más accesibles, y en el caso del marés convergen su abundante disponibilidad, la suficiente fragilidad, que facilita la extracción y que de forma equilibrada se conjuga con una suficiente dureza necesaria para conferir solidez y durabilidad a las construcciones.

En la isla de Mallorca, casas, paredes, vallas, edificios, iglesias… todos parecen compartir aspecto y material de construcción esencial. La situación geográfica de antiguas explotaciones de esta piedra arenisca ha llegado a determinar, incluso, el trazado de algunas líneas ferroviarias y la ubicación de algunas estaciones de tren, como la antigua estación de los Baños de la Fontsanta en el municipio de Campos, situada cerca de las antiguas canteras de sa Canova, o la estación de Canteras (Son Mesquida) en Felanitx, por su proximidad a las canteras de Son Grau y Son Oliver. Antes, debido a la dificultad de transporte por tierra, la pesada arenisca era principalmente transportada en barcas vía marítima a lo largo de la costa.

Canteras de Son Grau (Campos)

De Son Grau, en Campos, se extrae el marés de denominación tradicional de Porreres que pertenece a la época del Plioceno-marino, formado cuando el mar aún ocupaba la totalidad de la cuenca de Campos. Después, al irse retirando el agua fue dejando los sedimentos que provocaron la formación de estas rocas arenosas de grano y cemento calcáreo típicas de la isla. Si hablamos de características distintivas, el marés de Porreres presenta unos colores que van del naranja claro a un rosa con tonos moderadamente anaranjados, un aspecto curioso y un cuerpo resistente.

La cantera de Son Grau ocupa una extensión de más de 210.000 metros cuadrados y tiene más de 10 kilómetros de galerías subterráneas que llegan a más de 40 metros de profundidad. La explotación aparece documentada a mediados del siglo XVII, aunque se cree que la bien pudiera haber empezado incluso varios siglos antes.

De esta cantera se sacaron, por ejemplo, las piezas que se utilizaron para la construcción de la actual Iglesia parroquial de Porreres y el Gran Hotel de Palma, entre otros edificios destacados. La explotación llegó a tener tanta importancia a principios de siglo XX que se construyó la estación de Ferrocarril de Canteras, junto a la población de Son Mesquida (en el municipio de Felanitx), en medio del campo, lejos de cualquier carretera o núcleo habitado, des de donde precisamente se transportaba el marés (además de la de Son Grau, también el de la cantera de Son Rossinyol) hacia la zona de Santa Maria y Palma.

Hace 17 años, como también pasara con la de Son Jaume Andreu de Manacor, la galerías de Son Grau fueron utilizadas para la producción de champiñones.

Sus espacios, arañados a la tierra, fueron uno de los principales sustentos que abastecieron de materia prima muchas construcciones de la isla. Ahora se debaten entre la permanencia y la necesidad de darles nuevos usos alternativos

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