Seguimos por la derecha hacia el llogaret de Binifalet, un conjunto de casas sencillas, siendo la más destacable Son Mulet. La mayor parte de esta primera parte de la ruta es por camino asfaltado pero vale la pena; siguiendo el track que preparé el día anterior, cruzamos la carretera de Santa Margalida (Ma-3440) y giramos 90 grados a la derecha por un camino en subida, llegando a la parte superior desde dónde disfrutamos de unas excelentes vistas de la Sierra de Tramuntana.

El último tramo de esta primera parte de la ruta, entramos en el tramo más bonito que es el camí de Son Xormes, transcurre por un camino sin asfaltar, cubierto por un precioso encinar, muy relajante. Para finalizar esta primera vuelta, salimos a la rotonda de la carretera de Santa Margalida y entramos de nuevo en Llubí, yendo hacia el sur del pueblo para iniciar la segunda parte de la vuelta.

Salimos por la ronda sur del pueblo y llegamos a una rotonda y seguimos por la carretera Ma-3511 un tramo corto y giramos por la derecha entrando en el camí del Molí Blanc, bien señalizado. En pocos minutos, sobre una pequeña colina, podremos ver los Talaiots des Racons, un conjunto arqueológico excepcional, en dónde se han encontrado cerámicas que van desde la época del 500 aC hasta más allá del siglo VI dC, una visita obligada.

La ruta sigue al lado de unos viñedos, y a lo lejos se va la torre del Molí de’n Blanc, un molino en perfectas condiciones que se alza al lado del camino, estampa de Mallorca. Seguimos avanzando por el camí des Molí Blanc y salimos a la carretera de Sineu, en dónde giramos por la izquierda. El camino asciende ligeramente y entramos en un bonito camino sin asfaltar y llegamos a la parte més meridional de la ruta, por tierras de Son Prim Vell, esta parte de la vuelta es muy bonita, vamos por senderos y caminos sin de tierra, y si nos fijamos hay algunas marcas de pintura roja.

Salimos a otro camino asfaltado y seguimos por el camí de Son Rossinyol, topónimo que da nombre a uno de los grandes latifundios de Sineu. Ahora el camino de dirige de vuelta hacia Llubí, y ya tenemos la Serra de Tramuntana de fondo, un camino que pese a estar asfaltado es de gran belleza, transcurre por dentro de un bosque y a lado de unos sembrados infinitos. Pasamos por importantes fincas como Sa Cleda, una de las posesiones más antiguas de Llubí.

Finalizando la ruta, volvemos a entrar a Llubí, y visitamos la Iglesia Parroquial de Sant Feliu, se alzó entre los años 1570 y 1650, y ampliada entre los años 1870 y 1896. En el año 1913 se le otorgó la categoría de vicaría.