Seguimos por un precioso camino dentro del bosque hacia Valldemossa, seguimos un tramo por el asfalto, se trata del camí Antic de Palma, hasta que nos desviamos por un camino particular «Bosc des Frares«.

Subimos hasta la entrada de la Ca S’Escultor, en dónde nace un senderito por la izquierda, se nota que no pasa mucha gente ya que hay abundante vegetación. Seguimos hasta un pared seca, el camino continua por la derecha. Este bosque le fue expropiado a la orden religiosa en una de las diferentes desamortizaciones que se llevaron a cabo por parte del Estado, al igual que pasó con la Cartuja. De ahí el nombre de «Bosc des Frares«.

Seguimos por un camino al lado de la pared seca, el entorno es precioso, además en verano se puede ir bien ya que hay mucha sombra. Pasamos por una barrera de hierro sin candado y seguimos hacia la derecha, al poco tiempo abrimos otra también sin candado y la pendiente se acentúa. Entramos en el Comellar de Son Salvat, atravesamos una zona de carboners, con barracas, hornos y otros elementos, el camino es fácil de seguir.

Más arriba, la pendiente se allana y llegamos al único punto conflictivo de la ruta ya que no se fácil de encontrar, hay que acercarse a las paredes de la montaña y de repente veremos un paso por un camino de herradura dónde se inicia otro sendero estrecho fácil de seguir. Para encontrar este paso, nosotros tuvimos la ayuda del GPS.

Seguimos sin problemas el bonito sendero, pasamos por encima de un rotlo de sitja y enseguida llegamos a un mirador natural precioso sobre Valldemossa, parada obligatoria. Después disfrutar de las vistas e hidratarnos un poco, se inicia un bonito descenso hacia Valldemossa por un sendero fácil y que nos llevará sin problemas a la casa de neu des Cartoixos, una de las más originales de la Sierra de Tramuntana, llamando la atención su profundidad y sus paredes verticales (7 m de ancho, 6 m de profundidad).

Seguimos descendiendo por el senderito sin problemas, el cual más adelante desemboca en un camino de hormigón que conduce a la Cartuja y a Valldemossa. Al llegar a un arco de piedra, el camino sigue por la izquierda y llega directamente a la Cartuja, nosotros queremos regresar a s’Estret, con lo cual, cogemos por la derecha por un sendero que desciende rapidamente hacia el camí Vell de Palma, con unas vistas únicas de Valldemossa.

Cerramos el círculo justo en el desvío del camino particular des Bosc des Frares, y seguimos por el camí Vell de Palma hacia Son Brondo y finalizando en S’Estret, cerrando una ruta preciosa para repetir muchas veces.

En definitiva, rutá fácil, de orientación no difícil pero hay que llevar mapa o GPS si no se conoce la zona, hay algunos desvíos que pueden llevar a confusión. Perfecta para correr o dar un paseo relajante, aunque la pendiente es bastante elevada, sobre todo la subida desde el bosc des Frares hacia al mirador natural.