Na Foradada

 

Descripción

Na Foradada

Una de las rutas más idílicas de Mallorca, desde la finca de Son Marroig al islote más peculiar y conocido de la isla. El camino hacia la roca es una maravilla, y las vistas absolutamente privilegiadas, especialmente las puestas de sol, una de las joyas del mediterráneo.  

Itinerario
  • Finca Son Marroig
  • Mirador des Galliner
  • Camí de na Foradada
  • Mirador de na Foradada
  • Coves de Son Marroig
  • Mirador de sa Trona
  • Mirador de s’Ull
  • Mirador des Rotlo Gros
  • Cruce Camí de la Mar
  • Cima de Na Foradada
Son Marroig
El inicio de esta idílica ruta es en la finca de Son Marroig, situada cerca de la población de Deià. Al acceder a la esplanada de la finca hay un precioso mirador al mar con un primer plano de na Foradada realmente único, se trata del Mirador des Galliner. Esta ruta no es circular, son unos 4km de recorrido por dentro de la finca hasta el islote, en un cómodo descenso, pero a la vuelta que se realiza por el mismo sitio es cuando realmente se suda la gota gorda.

La finca de Son Marroig perteneció al Arxiduque Luis Salvador, quién además hizo construir el camino para descender al islote. La finca hoy en día es una casa museo que se puede visitar, desde sus jardines, destacar el mirador más elegante que hizo construir el noble, es templo de mármol blanco que consta de ocho columnas de estilo jónico y una cúpula semiesférica, una de las maravillas de Mallorca.

Una vez pasada la fachada de la finca, pocos metros después, a la altura de un aljibe, hay que saltar una barrera en dónde se inicia el precioso camino de descenso hacia na Foradada. Desde el camino, se puede contemplar el conjunto de la finca, formada por las cases, el Mirador de Son Marroig y los jardines con sus marjades, una de las mejores postales de la isla.

Na Foradada, Die Balearen

Na Foradada, Die Balearen

Cada rincón de este camino es un cuadro, al pasar la barrera nos adentramos en el Pla de Ses Figueres, por un tramo inicial de hormigón rodeado de oliveras. Unos metros más adelante, el camino pasa a ser una pista de tierra, antes de que Luís Salvador de Austria ordenara abrir un camino carretero desde Miramar a Sa Foradada, este tramo se cubría por un empinado sendero.

Miradores y Cuevas de Son Marroig

En poco tiempo aparece el Mirador de Sa Foradada, a la derecha, está al borde el precipicio y fue construido entre 1877 y 1884. Era utilizado como merendero. El camino continua y la pendiente se acentúa y además de las preciosas vistas, casi al principio se pueden observar las cuevas de Son Marroig donde se ve la piedra con formas caprichosas gracias a la erosión del viento y el agua en su momento. Hay unos escalones tallados en la roca para acceder a dos miradores, el Mirador de Sa Trona, situado en las cuevas y uno más adelante, el Mirador de s’Ull.

Continuando por la preciosa bajada, unas curvas más adelante, al lado del camino, aparece  el Mirador des Rotlo Gros, un bonito mirador del Arxiduc, accesible por una escalera de roca, pensado para contemplar Sa Foradada. Unas curvas después hay un cruce de caminos. Por la izquierda nace el Camí de la Mar, que por la orilla del mar llega hasta es Guix, la ruta continua por la derecha hacia sa Foradada. 

Na Foradada

El camino continua por un bello tramo asomado al mar, protegido por un muro lateral, y en poco tiempo aparece a la izquierda la entrada a un restaurante y chalé, el objetivo es llegar a la cima de na Foradada. Para subir a ella no es muy difícil, hay unos puntos rojos marcados en la roca que indican la mejor vía para subir. Superado el paso, hay que seguir la fitas que sin complicaciones llegan a la cima, en donde hay un vértice geodésico que indica las coordenadas de su cima, a unos 80 metros sobre el nivel del mar.

Las vistas son increibles de la costa dominadas por Son Marroig. Por último y si el tiempo lo permite, se puede regresar e iniciar el descenso hacia el pequeño varadero al lado de la roca, bajando por unas escaleras de piedra y darse un baño como colofón de esta maravillosa ruta. Para regresar, hay que hacerlo por el mismo camino, pero en subida, que si se hace corriendo a buen ritmo, es agotadora.

En definitiva, una zona idílica de Mallorca en territorio Arxiduq, una de las más conocidas y bellas de la isla. Las fotos hablan por sí solas.

Galería

Mapa topográfico

Mapa topográfico

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Lugares de interés

Son Marroig

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Son Marroig es una posesión que está situada entre sa Marineta, Son Rul.lan, Son Gallard y Miramar. El nombre de la posesión proviene de los linajes de sus propietarios (Mas Roig). En 1870 la adquirió el Archiduque Luis Salvador de Austria, la finca hasta entonces había estado dedicada al cultivo de olivos, viñas y cereales, y a la producción de miel y gusanos de seda.

El noble salvó la finca del abandono restaurando la antigua casa y conservando la torre que databa del siglo XVI. Además le dio un estilo italiano, mandando construir en un extremo un jardín con un pequeño templo neoclásico con 8 columnas de estilo jónico. Desde este mirador se puede ver la punta de Sa Foradada y en días claros Sa Dragonera. Cuando falleció el archiduque (1915) la finca fue heredada por su secretario Antoni Vives, y en 1929 el pintor Antoni Ribas la convirtió en museo.

La Casa Museo de Son Marroig es una institución privada creada con la finalidad de preservar, divulgar y promocionar la emblemática figura del Archiduque Luis Salvador, personaje fundamental en la historia cultural y de mecenazgo de los últimos años del Siglo XIX y primeros del Siglo XX. Son Marroig ofrece una visita a ésta antigua propiedad del Archiduque. Su gran sala museo está dedicada a su figura, donde se pueden encontrar: dibujos, libros y efectos personales suyos. Su objetivo principal es dar a conocer a todos los visitantes su principal obra maestra, el «Die Balearen”, la mayor obra escrita sobre las islas Baleares.

En sus paredes cuelgan lienzos de Joaquín Mir, Antonio Ribas Oliver, Antonio Ribas Prats, Bauzá, Erwin Hubert, Pizá, etc. En sus vitrinas podemos encontrar antiguos collares y objetos fenicios así como cerámica griega y romana. Una Virgen de alabastro del siglo XIII, ánforas romanas, mobiliario antiguo mallorquín, estatuillas griegas y telas mallorquinas conforman la gran sala museo.

La visita a la casa se completa con un recorrido por sus jardines, donde dejó su impronta el Archiduque: con su inmenso aljibe, el mirador des Galliner, el templete jónico de mármol de Carrara con la imponente mole de la Foradada a sus pies, desde donde se contempla una de las mejores vistas de la Costa Norte mallorquina. De la casa de Son Marroig destaca su torre cuadrada que data del Siglo XVI, donde sus anchos muros nos relatan y recuerdan los tiempos de los piratas moros.

Cuenta la leyenda, según nos relata el propio Archiduque, que fue precisamente de la torre de Son Marroig de donde fue raptada la ultima mujer de la zona por los piratas. Hoy día, en su interior se puede apreciar una cama señorial del Siglo XVII. Destaca a su vez la gran almazara o molino de aceite de donde se extraía tan preciado liquido de unos arboles milenarios.

Uno de los mejores rincones sobre la Sierra de Tramuntana. Desde 1978 Son Marroig acoge el Festival Internacional de Deià, dedicado a la música de cámara.

Más información : http://www.sonmarroig.com

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