El itinerario es muy bonito, incluso podremos ver restos de caminos de herradura. Más arriba cruzamos una pared divisoria, siempre con la ayuda del GPS, ya que algunas referencias no son claras. Alcanzamos la cima del Moletó de sa Granja (675 m), con unas buenas vistas.

La ruta continua hacia la Mola de Planícia por la ruta habitual hacia el bosque de Planicia, llegamos al Coll des Bous (separación natural entre Esporlas y Banyalbufar), Porxo de’n Camotes y seguimos subiendo por el precioso bosque por un sendero bien definido y con fitas y marcas de pintura que ayudan a no perderlo. Ya llegando a la cima de la Mola de Planícia, la cual no visitamos, enganchamos con pista del camí de sa Mola.

Rodeamos la Mola de Planícia por camí de sa Mola, antiguo camino que usaban los carboners para transportar leña y carbón vegetal hacia la finca de Planícia. Descendemos por un entorno idílico, llegamos a Els Aljubets, dos importantes depósitos de agua, disfrutando de correr como enanos, esta ruta es una de las mejores para correr por montaña. Seguimos descendiendo y regresamos al punto de inicio por los cingles de Son Sanutges, ruta alternativa a la de la finca de Es Rafal, para mí mucho más bonita y perfecta para los meses de calor, al estar más resguardada del sol.

Enganchamos de nuevo el camí des Correu, tan habitual en nuestras rutas, pasando por el Coll de separación entre Ses Mosqueres y Son Valentí, en donde se encuentra la mítica Potada des Cavall, una de las marcas legendarias del rey Jaume I, cerrando el círculo en el portillo de acceso a Ses Mosqueres y regresamos al punto de inicio en Sa Granja por este magnífico camino.

En definitiva una ruta que no es complicada en cuanto a desplazamiento pero sí para acceder al Moletó de sa Granja, ya que hay tramos sin camino y de difícil orientación. La zona de Planícia es una gozada, vale la pena dar la vuelta por esos bosques tan densos y con tanta historia.