Descripción
Otra vuelta que publico que arranca en Búger, el municipio más pequeño de Mallorca. Hacemos una vuelta por el sureste del pueblo, la mayor parte por caminos asfaltados y tranquilos. Los puntos de interés destacadados son Es Pous, Son Vivot y la zona de Talapí. Un itinerario relajante y perfecto para los meses de invierno.
Itinerario
- Plaça de Sant Pere
- Creu de Ca’n Monaví
- Camí des Pous
- Placeta des Pous
- Pont de Binissetí
- Camí Vell de Inca a Sa Pobla
- Camí Vell d’Artà a Lluc
- Finca Son Vivot
- Camí Vell de Búger
- Camí de Son Ramon
- Camí de Talapí
- Es Quatre Cantons
- Pont de Ca’n Damianet
- Plaça de Sant Pere
Iglesia Parroquial de Búger
Arrancamos desde el centro de Búger, uno de los monumentos más destacados es la Iglesia Parroquial de Sant Pere. Construida en el siglo XVII, esta iglesia es un excelente ejemplo de la arquitectura religiosa mallorquina. Su fachada y su interior albergan detalles artísticos y ornamentales que reflejan la devoción y talento de los artesanos locales a lo largo de los siglos.
Destaca por su campanario, que ofrece vistas panorámicas del municipio y sus inmediaciones. Su fachada presenta elementos barrocos y renacentistas, mientras que su interior alberga retablos y pinturas de gran valor artístico. El altar mayor es particularmente impresionante, con intrincadas tallas de madera y detalles dorados.
Creu de Ca’n Monaví
La plaza mayor es muy bonita con una fuente, el ayuntamiento y algunos locales de comida y restauración. Vamos descendiendo en dirección suroeste por el carrer Major, el cual enseguida conecta con el carrer de la Creu y más abajo con el carrer del Pous, en dónde nos encontramos con el primer elemento a destacar, la Creu de Ca’n Monaví o del Pou Nou.
Una cruz de base circular con dos bloques en forma de tambores cilíndricos. El fuste es de sección octogonal y se levanta sobre los dos tambores; no tiene ningún capitel. La cruz está hecha de madera, cuyo estilo data de la década de 1930, ya que tuvo que ser demolida en junio del año 1936 y reconstruida después con la cruz de madera.
Placeta des Pous, Pont de Binissatí
Continuamos por el camí des Pous, por un paisaje parcelado y llegamos a otro lugar de interés muy pintoresco, se trata del Pont des Pous, que atraviesa un torrente y enseguida se sitúa la Placeta dels Pous, un bonito lugar de descanso, cuyo topónimo está en plural por las dos excavaciones, en una de ellas, el pozo mantiene una rueda manual de extracción de agua.
Dejamos a la izquierda el molí de Ca’n Barraques y finalmente saldremos a Pont de Binissetí, el cual pasa por encima del torrent de Massanella, está señalizado con un poste de madera que indica el año 1975.
Justo en el puente, giramos a la derecha y entramos en el bosc de Binissatí, el entorno es precioso, vamos corriendo entre enormes encinas, agua corriendo, y verdor por todo, una maravilla. Seguimos el itinerario paralelo al torrent de Massanella por el camí vell de Inca de Sa Pobla, entrando al término municipal de Inca.
Son Vivot
La ruta va casi todo el tiempo por caminos asfaltados, pero vale la pena. Seguimos recto al lado de grandes campos de sembrado con almendros y algarrobos, con el Puig de Santa Magdalena justo delante en un magnífico y soleado día de enero.
El camino desemboca en un cruce de caminos, al lado del Pou des Porquers y giramos a la izquierda iniciando un nuevo camino hacia el sur, el camí vell d’Artà a Lluc por Son Vivot. La tirada es larga y tranquila, la circulación de vehículos es muy escasa, podremos ver bastantes almendros y campos infinitos.
A pocos metros del desvío, la ruta pasa por una de las posesiones más emblemáticas del municipio de Inca y de toda Mallorca: Son Vivot. Desde la carretera no se puede divisar la finca, ya que está protegida por setos y árboles que la protegen de la mirada de los curiosos. Son Vivot també es denominada Son Vivot del Puig d’Inca.
Camí Vell de Búger, Talapí
Superamos las viñas de la finca de Son Vivot, y entramos en el municipio de Llubí y de Sa Pobla, por pocos minutos y nos dirigimos hacia la carretera de Muro, por dónde corremos unos pocos metros para enseguida coger el camino de regreso a Búger.
Giramos en dirección norte por el camí vell de Búger, el entorno es magnífico, corremos entre plantaciones de cítricos, hileras de cipreses y algunas casas. Dentro del municipio de Sa Pobla, está señalizado el camí de Son Ramon, el cual más adelante engancha con el camí de Talapí, que se dirige a la finca homónima.
Pont de Ca’n Damianet, Búger
Ya podemos divisar a lo lejos el skyline de Búger, seguimos las indicaciones de otra flecha de madera que indica «camí de Talapí, Búger» . Ya dentro de Búger, a la derecha hay otra finca importante del municipio, Son Catxo, documentada desde el siglo XVI.
Estamos llegando al final de esta bonita ruta por los campos del Raiguer de Mallorca, el último tramo se hace por el camí de Llubí, que nos llevará directamente al centro de Búger. Antes pasamos por un importante cruce con el camí vell de Inca a Sa Pobla, llamado Es Quatre Cantons.
El Pont de Can Damianet, el cual supera el torrente de Búger, data de 1840, tal y como indica en un poste de madera instalado en el puente, lo cruzamos y vamos entrando en el centro de Búger de nuevo hacia la Plaça de Sant Pere.
En definitiva, una ruta que sin ser de las mejores, es muy interesante. A mi no me gusta correr por asfalto, pero este tipo de rutas, tranquilas, con poco tráfico rodado y con vistas tan despejadas, las disfruto mucho.
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Son Vivot
El patrimonio procedente del marquesado de Vivot es uno de los más emblemáticos de la isla. Los bienes del marqués de Vivot durante el segundo tercio del siglo XIX, ascendía a 5.295 ha. Dentro de este amplio patrimonio rural destacó, sin duda, la más extensa y señorial finca del municipio de Inca, Son Vivot, denominada también Son Vivot del Puig d’Inca.

Escudo de la familia Sureda
Las casas de Son Vivot se encuentran en la ladera de tramuntana del puig d’Inca, en el camí vell d’Artà a Lluc. Limita con el torrente de Massanella, Binissetí, el municipio de Búger, el de Sa Pobla, Son Frontera, Son Sastre del Puig d’Inca y Son Salat.

Torre de Son Vivot
Esta extensa posesión, tiene cerca de 400 ha fue una importante productora de cereales y de aceite, además de producción de almendras, algarrobas y de viña, la cual se producía en el celler. En cuanto a la producción ganadera, destacaba la producción ovina y la porcina. Al tener agua canalizada almacenada en diversos aljibes y safareig, disponía de una importante extensión de huerto, incluso alimentaba a otras fincas como Son Albertí.

Jardines de Son Vivot
Son Vivot fue conocida hasta el siglo XVII como Son Suau, y fue pasando por diversos propietarios. En 1956 la finca se dividió entre el Conde de Savellà, Pere de Montaner Sureda i su hermana Dolores. Desde 1999 una de las dos partes de Son Vivot se dedica al agroturismo.
El acceso a la finca se hace desde al camí vell d’Artà a Lluc, a través de un gran portal de marés y después atraviesa los antiguos jardines de la posesió. Estos jardines fueron diseñados en el siglo XIX, hoy en día están bastante invadidos de vegetación.
La arquitectura de la finca de Son Vivot son de gran volumen, de estética austera y se organizan en torno al claustro. La sobria fachada principal es una de las más largas de Mallorca con tres plantas de alzado. Por la parte derecha tiene la torre de defensa, de sección cuadrada.

Claustro de Son Vivot
El portal exterior dibuja un gran arco redondo, en la parte superior se ubica el escudo de la familia Sureda, a ambos lados del portal han adosados unos bancos de piedra. A la izquierda de la fachada, se ubica la llamada «casa de las niñas«, una antigua casa de juegos de los niños de la finca y que formaba parte de la estética del jardín.
El suelo está empedrado siguiendo la trayectoria de las ruedas de los carros. A la derecha se ubica la capilla, a la cual se accede a través de un gran portal, actualmente está presidido por un óleo de la Inmaculada Concepción.
Desde la entrada se accede al claustro, que combina piedras y pequeñas losas dispuestas de forma geométrica con función ornamental. En el centro se ubica un cuello de cisterna octogonal de piedra que cuenta con un arco de hierro rematado por una cruz.
El ala derecha ocupa el actual agroturismo, además con la llegada del siglo XX la finca quedó modificada. Separado de la finca, se ubica uno de los edificios singulares de la propiedad: la fábrica de electricidad, que se instaló en 1918 con un motos de 50 caballos. Dos años más tarde se substituyó por uno de 100 caballos.
Además de electricidad, també producía oxígeno, trabajaban en él dos hombres, el motor funcionaba a base de leña y cáscaras y se ponía en funcionamiento a partir de una caldera de aire. Al lado del torrente de Massanella, se ubica el molí de s’Alzinar, el único de la isla dotado de claustro y con las piedras de moler más grandes de Mallorca, con un diámetro de metro y medio, se alimentaba con una reclusa del torrente.