Continuamos subiendo y nos dirigimos por un sendero bien definido hacia la cima de Es Fumat (335 m), el ascenso es muy rápido pero también con bastante pendiente. Ya en la cima, disfrutamos de las vistas increíbles que se abren hacia todos los ángulos, vale la pena desviarse hacia esta modesta cima.

Descendemos y retrocedemos de la cima para dirigirnos a la cima de sa Roca Blanca (325 m) , otra altura modesta pero con vistas tan bonitas como la anterior. Nuestro siguiente destino es la bucólica Cala en Gossalba, que además será el tramo más complicado e incómodo de la ruta, ya que descendemos sin camino por un terreno muy pedregoso hacia el lecho del torrente.

Al llegar a la canal de Cala en Gossalba, aparece un precioso sendero que evita ir por el interior del torrente y que nos llevará dentro de un precioso bosque hacia la cala. Retrocedemos unos metros, cruzamos el lecho del torrente e iniciamos por un sendero, un antiguo camino señalizado con fitas que va ascendiendo cerca de la costa, las vistas y el entorno es espectacular, además de poco conocido.

Pasamos a otra vertiente y descendemos a otra torrentera, por un terreno también incómodo y con mucha vegetación. Estamos en la canal de s’Avenc, en dónde podremos ver algunos restos de actividad humana, hay algunos grandes pinos que sirven de referencia. 

De nuevo en ascensión y dejando atrás la canal de s’Avenc, seguimos avanzando lentamente por esos terrenos complicados hacia el Pla de ses Basses, un lugar sorprendente que recuerda un poco a la sabana africana. Estamos en una planicie en dónde abundan la mata y la baja vegetación, destacando un gran pino en el centro, en dónde además hay una gran sima (Avenc des Pi).

El Pla de ses Basses, debe su nombre precisamente por las lagunas (basses ) que se forman al llover por la zona. Pese a estar cerca de la carretera, es un lugar desconocido y muy solitario. Continuamos avanzando por el Pla de ses Basses, hasta enganchar con un antiguo camino de carro que llega directamente a la carretera. Este camino se debía utilizar para transportar minerales como el hierro desde el Pla de ses Basses. 

Ya en la carretera del faro, la cruzamos y enganchamos con tramos del camí Vell des Far, pasando por el interior del túnel de Formentor y finalizando en el parking de Cala Figuera. Una maravillosa vuelta por la península de Formentor, para mí, el lugar más especial de la isla.

Esta hermosa cala, virgen y paradisíaca, se caracteriza por tener forma de u, unas dimensiones reducidas, un talud en el que predominan los cantos rodados y las gravas, una orientación sureste-suroeste, así como por dar lugar dos calitas al tocar tierra firme y por estar rodeada de montañas altas y de pinos. 

Sus condiciones marinas y subacuáticas son aptas para el fondeo de embarcaciones, así como la práctica del buceo de superficie y realizar submarinismo con bombonas de oxígeno. El fondo es rocoso recubierto de algas. En medio de la cala se registra una profundidad superior a los 10 metros, la cual disminuye hasta la mitad en las proximidades de la orilla. La mejor área para llevar a cabo una inmersión es la zona de Morro des Pont, donde se podrá hacer un recorrido de ida y vuelta, bordeando las paredes de rocas a diferentes profundidades. En esta excursión bajo el agua se podrán ver numerosas especies, sobre todo, morenas. 

El acceso por carretera es sencillo hasta las cercanías de Cala Murta, donde se podrá estacionar de manera gratuita el vehículo particular. Desde allí se iniciará una expedición a pie, entre los acantilados y salvando desniveles considerables, de 2,5 kilómetros de distancia.