Descripción
Itinerario
- Coll de sa Batalla
- Monesterio de Lluc. Font Coberta
- Finca de Son Macip-Sa Mola
- Casa de neu de Son Macip. Inici Voltes de’n Galileu
- Casa de neu de’n Galileu
- Coll des Telègraf
- Coll des Prat o de Massanella
- Camí de Comafreda
- Desvío Coll de sa Linea
- Pas de n’Arbona
- Camí vell de Lluc
- Coll de sa Batalla
Voltes de’n Galileu
El itinerario se inicia en el Coll de sa Batalla, desde allí y tras un breve descenso, llegaremos al monasterio de Lluc, justo al lado de la Font Coberta. A partir de este punto, se inicia el antiguo camí de Soller, indicado como GR221 a Ses Voltes de’n Galileu. Los primeros metros transcurren por un bonito camino empedrado en ligero ascenso que en poco tiempo se convierte en un camino de carro, que abandonamos dejando un desvío a la derecha para entrar en el bosc de Ca s’Amitger.El camino, de nuevo empedrado continua en subida hasta la carretera, la cual hay que cruzar y continuar ya dentro del bosque, hay señales e indicadores del GR221. Pasado un portillo, se accede a la finca de Son Macip, propiedad del Consell de Mallorca, y se prosigue sin problemas por el bonito camino dentro del bosque.
Más adelante, se puede ver a la derecha la casa de neu de Son Macip, que ha sido recientemente restaurada y al lado se inicia el camí de ses Voltes de’n Galileu, un espectacular camino empedrado, también restaurado hace poco y que salva un importante desnivel de 250 metros hasta llegar a la casa de neu de’n Galileu, ya en la parte superior de la subida.
Una vez en la planície, hay un cruce de caminos, a la derecha, a pocos metros, se puede visitar la casa de neu de’n Galileu. La ruta sigue hacia la izquierda, en dirección al Puig Galileu, las vistas son espectaculares. Al llegar a un pequeño collado, hay otro cruce de caminos, si se sigue recto se va hacia el Puig Galileu, pero la ruta continua hacia la derecha, ahora en descenso hacia el torrente, donde está el Coll des Telégraf y hay dos cases de neu, una en cada lado del collado.
Desde el coll des Telègraf, el sendero vuelve a subir en dirección al Puig de Massanella, el cual, imponente tenemos delante. El punto más alto de la ruta es el Coll de Massanella, a 1.210m de altitud y en la que hay una pared divisoria de las fincas de Es Prat i Comafreda. Para continuar la ruta, se abandona el GR221 para descender por la otra vertiente, es Comellar de Comafreda formado por la vertiente sur del Puig Galileu y la vertiente norte del Puig de Massanella.
Comellar de Comafreda y Pas de n’Arbona
Al inicio del descenso, cerca del collado, se podran observar las ruinas de las dos cases de neu de es Coll des Prat, y a la derecha de los mismos, está situada sa Font des Voltor. La bajada se hace por un antiguo camino bastante deshecho y pedragoso, debido a las inclemencias meteorológicas y a los desprendimientos.
Después de la larga bajada por esta profunda vaguada, llegamos al bosc de Comafreda, el camino ya es un camino de carro, más cómodo de transitar. En la última curva del descenso, está la fuente de sa Font de sa Teula, y un poco más adelante, el camino se despeja y pasa junto al viejo huerto de la finca y en donde hay otra bonita fuente, la de sa Font de s´Hort de Comafreda, situada a la derecha del camino y que vierte el agua mediante una rústica canal a un aljibe situado junto al huerto, al otro lado del camino.
A continuación, el camino desemboca en otro que, en descenso llega a la finca de Comafreda y más abajo al Coll de sa Batalla. Pero, esta ruta va en busca del Pas de n’Arbona precisamente para evitar tener que pasar por la finca. Para ello, seguir en ascensión por la derecha, este camino conduce al Coll de sa Linia, a pocos metros antes de llegar, hay una fita a la izquierda que indica el camino hacia el Pas de n’Arbona. Cogiendo el desvío y entrando a una torrentera, hay que seguir por el bonito sendero dentro del bosque.
Siguiendo las indicaciones y fitas, aparece el Pas de n’Arbona, no es nada complicado, hay que seguir en descenso por una vaguada cercana al torrente, en algunos tramos hay que tener cuidado ya que hay pequeños saltos, y el terreno en bastante irregular. Más abajo, ya aparece el sendero que nos llevará sin problemas al camí Vell de Lluc, justo en el tramo hormigonado con mucha pendiente hasta llegar a una esplanada y después de una pequeña bajada hay otra bifurcación.
Camí Vell de Lluc
Hay que seguir por la derecha subiendo por sa Llengonissa, llamado así por la gran curva que describe. El fragmento más moderno del camí, conserva el empedrado en muy buen estado. Unos minutos más de ascenso y aparece una abertura artificial entre rocas llamada sa Bretxa Vella. Ya cerca del final del camí vell, se llega a las casas del Guix, no acabadas por problemas urbanísticos. Hay que seguir recto al llegar a la bifurcación del camino de Comafreda, pasar junto a la font des Guix y salir a la carretera, muy cerca del Coll de sa Batalla, a la altura del puente que cruza el torrente del Guix o de Comafreda, dando por finalizada esta espectacular vuelta.
Galería
Mapa topográfico
Track GPS
Wikiloc
Lugares de interés
El oficio de la nieve en Mallorca (Els nevaters)
as precipitaciones en forma de nieve son poco frecuentes en la mayor parte del territorio balear, excepto en la Sierra de Tramuntana, donde con una periodicidad casi anual se suele depositar, sobre las cumbres más elevadas, una capa de este blanco elemento de un grosor muy variable. Este fenómeno, hasta la segunda década del siglo XX, dio lugar a una actividad que se convirtió en tradicional y de importante repercusión económica, consistente en la recogida y posterior comercialización de la nieve.
Una actividad, por otra parte, que parece tenía su origen en la época de la dominación musulmana de la isla cuando ya eran preciados los usos gastronómicos y medicinales de la nieve. No es de extrañar, por tanto, que ya desde tiempo atrás, la toponimia fijara repetidamente aquellas construcciones destinadas a la recogida y almacenamiento de la nieve hasta dar lugar a verdaderos genéricos toponímicos como el de Casa de Neu (Casa de nieve) que designaba la instalación formada por una cavidad destinada a almacenar la nieve o hielo natural y una casa o porche para refugio de los nevaters.
Para diferenciarlas entre sí, a menudo pueden ir acompañadas de un determinante referido a la propiedad o al hecho geográfico donde se localizan: Casa de Neu de Fartàritx, Casa de Neu de ses Figueroles, Casa de Neu Puig Tomir, Casas de Nieve de’n Galileu, etc… La cavidad o depósito destinado a almacenar la nieve, suele recibir la denominación específica de Clot de neu (Pozo de nieve). Las casas de nieve se encuentran mayoritariamente situadas sobre los 1.000 metros de altitud, aunque hay por debajo de esta cota, tal es el caso de la casa de neu de ses Figueroles, dentro del término de Selva, situada tan solo a 615 metros de altitud.
Las Cases de Neu, además del depósito, también contaban con otros elementos para facilitar la tarea de los nevaters y los arrieros o transportistas: el porche o construcción de cobijo donde permanecían los trabajadores por espacio de ocho o quince días en que se desarrollaba su actividad; el camino, generalmente de herradura, que permitía el acceso a las instalaciones; y los marges que se levantaban en las proximidades del pozo para facilitar la retención de la nieve.
La estructura de las Cases de Neu de la Serra es muy parecida entre sí. Predomina la planta elíptica, aunque también hay alguna de circular (Casa de Neu dels Cartoixos) y de rectangular (Casa de Neu de Galilea y Casa de Neu de Comasema). Otros elementos constructivos de la casa de neu son, el portal que permite el acceso al interior del depósito, tanto para prensar la nieve cuando se acumula, como para sacarla en verano; y las bombarderes, ventanas laterales por donde se tiraba la nieve con palas hacia el interior.
También es destacable la cubierta que tapaba el depósito y protegía la nieve, en su mayoría de dos aiguavessos (planos inclinados), hecha de tejas o de carrizo, aunque encontramos alguna con un solo aiguavés (segunda casa de neu de la coma de n’Arbona), y con cubierta de bóveda (casa de neu de Fartàritx). El depósito era excavado, totalmente o en parte, y las paredes forradas mediante la técnica de la piedra en seco, aunque a veces el forrado era de argamasa (casa de neu dels cartoixos).
Los usos tradicionales de la nieve han sido básicamente los gastronómicos y los medicinales.Entre los primeros cabe señalar la fabricación de helados (como los del famoso comercio de la ciudad de Palma, Can Joan de s’Aigo que tienen su origen), horchatas y derivados. Hay que recordar, que esta industria se prolongó hasta la segunda década del siglo XX, cuando aparecieron las primeras neveras industriales de la isla, y más concretamente, la fábrica del hielo de Inca, que supuso el fin de esta explotación secular.
Pero mucho antes ya se habían perdido los usos medicinales de la nieve y del hielo que durante siglos habían sido considerados básicos por las autoridades de la isla que, año tras año, se preocupaban de garantizar la producción y el suministro de nieve de la ciudad de Mallorca. De hecho, la nieve era usada tanto para bajar la fiebre como para detener hemorragias, curar quemaduras e, incluso, como estimulante.
Pertenecen al Govern de les Illes Balears : Las cases de neu de Son Moragues (Son Moragues, Valldemossa), el Prat (Tossals Verds, Escorca), del Tomir (Binifaldó, Escorca) y de ses Figueroles (ses Figueroles, Selva). Del Consell de Mallorca son : Las cases de neu de s’Avenc, de s’Avenc del Colomer, la casa de neu Rodona de’n Rubí, la casa de neu Gran de la Mola, de Son Lluc, de Son Massip y de’n Galileu, todas ellas en el término de Escorca.
En general, el estado de conservación en que se encuentran es muy malo. Con casi un siglo de abandono, nada queda de las cubiertas tanto de los depósitos como los porches. Además, muy a menudo las paredes de todas las construcciones presentan graves desperfectos, con escombros y desmoronamientos que, de continuar, acelerarán su total desaparición. No es tampoco extraña la presencia vegetal que invade estas construcciones y ayuda a su deterioro.
La escasa conciencia del valor etnológico de estas construcciones entre la población ha contribuido también a la degradación de muchas de ellas. Sólo una actuación rápida y decidida podrá salvar de un olvido imperdonable este curioso y valioso patrimonio. Sólo la casa de neu de Fartàritx, llamada también del Pujol, es la única que conserva la cubierta y presenta, en conjunto, un buen estado de conservación.
Camí vell de Lluc
El puig de n’Escuder, situado delante, es el escenario de narraciones populares en las que se une la historia con la ficción. Poco después, a mano derecha, se puede ver un peñasco puntiagudo, conocido como Es Cavall Bernat. Un poco más arriba, bajo un rodal de encinas sombrías y al lado del camino, destaca una gran roca conocida como el Còdol de’n Seda. Posiblemente por su forma redondeada se ha dicho desde tiempo inmemorial que se trataba de una piedra que algún gigante se sacudió del zapato.
Más arriba, hay que cruzar la carretera de Lluc y empezar a subir Sa Costa Llarga, se trata de un bello empedrado con una durísima pendiente, donde destacan, por sus dimensiones, las ratlletes (piedras largas que sobresalen del empedrado y que sirven para evacuar el agua y suavizar las subidas).Al final de Sa Costa Llarga, se encuentran las casas de Son Canta, que antiguamente se dedicaron a la explotación del olivar.
El camino de carro del antiguo Camí Vell de Lluc pasa por un tramo llamado Sa Llangonissa, llamado así por la forma que tiene el trazado. Más adelante se llega a Sa Bretxa Vella, éste es un osado paso abierto a principios del siglo XVIII para evitar el camino llamado Pas des Grau, que era muy peligroso. Sa Bretxa, se abrió con barrenos e hicieron falta más de cuatrocientos jornales y algunos quintales de pólvora (un quintal es 41,6 kilos). A lo largo del camino se tuvieron que levantar bancales espectaculares, construidos con argamasa.
El Salt de la Bella Dona es un precipicio por el fondo del cual discurre el Torrent des Guix o de Comafreda. Con este topónimo se conoce el punto situado en el kilómetro 12,6 de la carretera Ma-2130. La leyenda que da nombre al topónimo es la siguiente: un personaje malvado (identificado por algunos como el demonio) pretende a la esposa de un carbonero, y ella lo rechaza. Para vengarse, el pretendiente consigue convencer al marido sobre la infidelidad de la mujer, quien ignora toda la trama. La rabia y los celos mortifican al marido hasta tal punto que decide matar a la mujer tirándola por este precipicio. El nombre de Bella Dona, remarca, más que la belleza física, la cualidad espiritual de la víctima inocente. El marido siguió hacia Lluc y llegó a la salida del sol, cuando tocaban a misa. Cuando entró al templo ¡cuál fue su sorpresa al encontrar a su mujer sin ninguna brecha ni herida!
A partir de aquí el pinar cede el protagonismo a un espeso encinar por cuyo interior baja suavemente el camino hasta llegar a la Font des Guix, fuente que mana agua fresca no potable con sabor a yeso, haciendo así honor a su nombre. La última parte del camino llega hasta el Coll de sa Batalla y finalmente a Lluc. Según la historia, el collado toma el nombre de un episodio que sucedió a comienzos de siglo XVII. Entonces, buena parte de la población sufría hambrunas continuas, eran castigados por la peste, se veían asfixiados por los impuestos y estaban sometidos a luchas y tensiones sociales. Este contexto propició la aparición del bandolerismo. En el año 1618 topó con la fuerza de la justicia y fue derrotada en este lugar, de aquí el nombre. El combate acabó con el aprisionamiento de catorce bandoleros y la ejecución posterior de algunos de ellos.
Fuente : Balears Natura
Santuario de Lluc
El Monasterio de Lluc es el corazón espiritual de la isla de Mallorca y lugar de peregrinaje para sus habitantes desde hace siglos, ya que allí reside la Virgen de Lluc, patrona de Mallorca. El Monasterio se encuentra ubicado en el término municipal de Escorca, en plena Serra de Tramuntana.La zona de Lluc, está habitada desde hace milenios, así lo sugieren los restos prehistóricos que hay en sus cercanías. Se han encontrado varias cuevas prehistóricas de enterramientos, conocidas como Ses Cometes dels Morts correspondientes a los períodos de la Edad del Bronce y del Hierro, en donde se hallaron, aparte de múltiples objetos de esos períodos históricos, restos humanos en ataúdes de madera, algunos de los cuales se pueden observar en el museo del Monasterio de Lluc.
Ya en la antigüedad el lugar era considerado sagrado, así lo sugiere su mismo nombre. El topónimo de Lluc nos indica el carácter sagrado que tiene. Proviene del latín Lucus, que quería decir «bosque sagrado», y se utilizaba en aquellos lugares donde ya en tiempos prerromanos se realizaban cultos de adoración a la Luna, los cuales se realizaban en bosques de encinas que por aquel entonces predominaban en toda la isla y que aún hoy se pueden encontrar en la zona. Posteriormente en topónimo fue derivando de Al-Luc durante la dominación árabe, Luc y Luch posteriormente hasta el actual Lluc.
Para más información : Misterios de las Islas Baleares
Documentos relacionados
Ses Voltes de’n Galileu – L’itinerari de la neu
Notes sobre les cases de neu a Mallorca
Avencs relacionats amb el comerc de la neu a l’illa de mallorca