La ruta se inicia en la Ermita de la Santíssima Trinitat. La ermita se encuentra en plena Sierra de Tramuntana, en el hermoso bosque de Miramar, entre pinos y encinas, respirando paz, silencio y tranquilidad. La Congregación de San Pablo y San Antonio, fundada por Juan de la Concepción Mir en 1646, habita desde sus orígenes en esta ermita. En la actualidad ésta es la única ermita habitada por los ermitaños.

La casa cuenta con tres patios, una piscina, una barbacoa y una magnífica terraza. Es posible aparcar hasta un máximo de diez coches. Pasada la puerta principal, se encuentra este patio interior con un magnífico pozo.

Este corredor conduce a un espectacular mirador sobre la costa norte de Tramuntana.

Mirador de la Ermita. Las vistas son increibles. El entorno es idílico y tranquilo.

Escultura del Ermitaño Joan Mir de la Concepció, fundador de la Ermita.

Capilla en el interior de la ermita.

Entrada a la Ermita.

Este curioso sitio con bancos y mesa de piedra, se llama Bufador dels Ermitans. Recibe este nombre por una brecha en la roca de la que sale aire y aunque siempre está a la misma temperatura da la sensación de que en invierno es más caliente y en verano más frío.

Pintada en la pared que ayuda a localizar el Pas de sa Paella. El camino de herradura que asciende hacia este paso, también conduce a otro paso, el de los Ermitans. Antaño paso habitual de carboners.

A medida que se va cogiendo altura, las vistas son de vértigo. En la imagen se aprecia el Hotel El Encinar y Na Foradada al fondo. Realmente espectacular. Es lo mejor de realizar estos pasos tan expuestos, que se tienen unas perspectivas únicas.

Avanzando por el precioso encinar, hay indicaciones para seguir la mejor vía hacia el paso, como se aprecia en la imagen.

Aproximación al Pas de sa Paella. La pendiente ya es muy pronunciada.

Pas de sa Paella, ya se puede ver el inicio del paso con la Paella o sartén colgando del cable colocado para ayudar a superarlo.

Hay unas cuantas de Paellas por la zona, ésta en concreto está colocada a modo de fita o indicación.

El paso es muy vertical y expuesto, hay que tener cuidado. La imagen lo muestra

Retrospectiva del Pas de sa Paella, en la imagen se muestra el tramos más expuesto. Espectacular.

El cable de acero colocado, da mucha seguridad para superar el paso. Buen trabajo el de Manel Osuna al colocarlo.

Ya en la parte superior del paso y tras ganar mucha altura, las vistas son increible. En la imagen se ve al fondo la Mola de Planícia y al fondo el Puig Galatzó.

Parte final del paso, las paredes por la que se avanza son una gozada, sin duda un gran paso.

Preciosa panorámica del pueblo de Deià.

Desde los Cingles de Son Rullan se accede a este magnífico y vertiginoso paso.

Un paso que no es demasiado técnico, pero hay que tomárselo en serio, está muy expuesto, las personas con vértigo abstenerse completamente.

En la imagen se muestra uno de los tramos más expuestos. Hay que avanzar con seguridad, sin prisas y descartar los días lluviosos.

Hay marcas de pinturas y algunas fitas, pero no muchas. Hay que asegurar bien el avance, ir en dirección equivocada puede traer problemas.

Realmente espectacular, al ir ganando altura, las vistas son brutales.

Balcón natural orientado hacia el Teix, la foto no puede captar toda la belleza del lugar.

La imagen muestra lo que es quizás el tramo más comprometido del paso, la encina que sale de la roca y los escalones tallados en ella ayudan mucho a superarlo.

Inicio Pas dels Ermitans, para acceder a él se hace desde el camí del Arxiduq, justo a la altura del Refugi homónimo. Hay un grupo de fitas que marcar el desvío.

Pas dels Ermitans, otro espectacular paso, no está tan expuesto como los anteriores pero también es bastante vertical. Hay una cuerda y cadena más abajo que facilitan y mucho el practicarlo.

Pas dels Ermitans, es esta imagen también se aprecia la verticalidad del paso.

Detalle de la cuerda fija montada en los árboles.