Ya en el Coll de sa Gubia, a unos 530m de altura, se puede observar una placa conmemorativa del año 1958 a Leandre Ximenis, además desde ese punto a la izquierda se inicia un camino hacia el mirador y refugio del mismo nombre, construidos por el Fomento de Turismo de Mallorca. La ruta continua recto, por terreno llano y con unas vistas preciosas a la izquierda, si se va al atardecer es de postal. Al llegar a un porche conn un carro en su interior hay que desviarse hacia la derecha, hacia unos campos de cultivo en ligera subida y a pocos minutos se alcanza el espectacular e increible Pas de sa Fesa

Una vez superado en paso, hay que descender el Comellar de l’infern, un precioso encinar por el que se desciende muy rápidamente, hay algunas fitas que marcan un sendero por el que descender mejor. La bajada tiene bastante pendiente y es resbaladiza, hay que tener cuidado. En la parte inferior se recupera al camino ancho de tierra que se dirige hacia la finca de Biniforani Vell, esa zona también es típica mallorquina con oliveras, naranjos, limoneros, safareig y las típicas fincas mallorquinas. Al enganchar con el camino hormigonado que se dirige a la finca, hay que seguir a la derecha y en 1’5 km aprox. se llega a la carretera de Sóller y desde allí hacia Bunyola por el camino asfaltado inicial.

Bunyola. Die Balearen

Como conclusión, decir que es una ruta perfecta para entrenar y que permite llevar un ritmo constante. Esto no se puede decir de la mayoría de rutas ya que siempre hay algún tramo exigente y que rompe el ritmo del entrenamiento. En verano mejor ir al atardecer ya que por la mañana el sol da de lleno en la parte de Bunyola, haciendo la subida muy dura y calurosa.