Enseguida aparece la finca abandona de Ses cases de sa Font Figuera, la pista de tierra describe una serie de curvas, y en poco tiempo el camino entra en un precioso encinar en el que se pueden observar algunos hornos de cal bien conservados. La pendiente se endurece sobretodo en la parte final, hay una preciosa esplanada con un pozo a la izquierda, y a unos 4,5 km desde el inicio se llega a una pared seca, hay que cruzarla por un portillo sin barrera, girar a la izquierda y de esta manera finaliza la dura subida, en el collado (coll des Sementeret) que es el punto más alto de la ruta (514m. de altura).

A partir de este punto, se inicia un precioso descenso por el encinar, destacan un horno de cal a la izquierda del camino muy bien conservado y un poco más adelante un antiguo horno de pan a la derecha, que para mi es el icono de esta fantástica vuelta. El camino sigue bajando, y cruzando otro portillo sin barrera se sale del encinar, a partir de este punto, hay que girar a la izquierda por un senderillo estrecho que cruza unos campos despejados y con buenas vistas a Tramuntana. Continuar descendiendo por el senderillo hacia la finca de Oliclar, en este lugar hay unas vistas preciosas de Tramuntana y el clot d’Almadrà.

El camino continua, dejando Oliclar atrás, a unos 500m. de la casa està la fuente de Oliclar a la izquierda del camino que ahora asciende ligeramente, hasta llegar a una planicie con unas vistas despejadas y teniendo el puig de Sant Miquel a la izquierda. El camino está ahora hormigonado y continua hacia la derecha y sin problemas desembocando en el GR221 hacia la espectacular finca de Solleric. El camino pasa por delante de la finca, ya sólo queda continuar por el GR221 en dirección a Alaró, al llegar al desvío inicial, cerca de las cases de sa font Figuera, hay que repetir el tramo de vuelta hasta llegar a los vehículos.

En definitiva una ruta excelente para practicar el trail running y hacer un buen entreno sin ninguna complicación técnica. Además los paisajes y vistas que se pueden disfrutar son increibles. Se puede hacer todo el año, incluso en pleno verano al haber muchos tramos de sombra.